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Los gremios: historia, fiesta y tradición

Carlos Francisco Rojas Gómez

Originadas en la tradición religiosa del catolicismo la Octava de Corpus y la devoción al Sagrado
Corazón de Jesús han generado en nuestro municipio un gran número de expresiones culturales,
religiosas, sociales, e incluso políticas que a lo largo del tiempo se han modificado, integrando nuevos
elementos y prácticas, propios de una época y de un lugar. Estas fiestas que se desarrollan desde el
Jueves de Corpus y durante los ocho días siguientes han llegado a ser un referente entre las tradiciones
de nuestro pueblo, independientemente de que seamos creyentes o no.

Para continuar hay que decir que aunque el Corpus Christi y el Sagrado Corazón de Jesús son dos
devociones hacia Cristo, cada una ha surgido en ambientes históricos distintos, siendo mucho más
antigua la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo. En este artículo se hará una breve reseña histórica de
las dos devociones que son las que dan forma a la fiesta de los gremios de nuestro pueblo. Se
comenzará con el Corpus y de allí se pasará al Sagrado Corazón para continuar con una propuesta de
cómo fue que esta fiesta comenzó a formar parte de la vida de los comonforenses.

La solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo fue proclamada por el papa Urbano IV en el siglo
XIII por medio de su bula Transiturus de 1264, pero su muerte interrumpió el decreto, así que fue
hasta 1311 que Clemente V dispuso de nuevo la adopción de la fiesta, pero fue Juan XXII quien
dispuso que se celebrase en jueves, nueve jueves después del Jueves Santo [1]. Durante la Edad
Media fue celebrada principalmente por medio de una procesión por las calles de las ciudades y villas
tomando gran impulso desde el siglo XVI [2], así que cuando los españoles llegan a lo que hoy es
México ya festejaban el Jueves de Corpus y su octavario, es decir ocho días más de fiesta en los que
se realizaban actos religiosos como procesiones, exposición del Santísimo Sacramento, entre otros;
se sabe que durante la época colonial la procesión del Jueves de Corpus era una de las más solemnes
e importantes donde prácticamente toda la sociedad colonial quería participar.

Actualmente muchas personas conocen a estas celebraciones del octavario como “incendios o
encendios” esto tiene su origen durante la época colonial y durante buena parte del siglo XIX pues
así se les conocía a los altares que se elaboraban para alguna imagen religiosa; por ejemplo se sabe
que así fueron conocidos los altares del Viernes de Dolores. Esta designación viene del hecho de que
estos altares o monumentos eran prácticamente cubiertos de velas lo que efectivamente los hacía
parecer un incendio. Para el caso de Chamacuero se ha localizado información de 1821, el año de la
consumación de Independencia, en donde los naturales de la Palma, San Agustín y San Pedro
“pagaron tres y medio reales por importe del incendio del sábado de la octava a Nuestro Señor
Sacramentado”[3]. Nótese que aún no se habla de gremios.

Ahora bien una cosa es que en estas tierras el Octavario de Corpus se celebré desde prácticamente
la llegada de los frailes franciscanos, pero sin gremios y sin que se haga referencia al Sagrado
Corazón, y otra son las características de la fiesta actual en donde ya se integran estos elementos:
Corazón de Jesús y gremios. Relacionada también con el cuerpo y con la sangre (lo que la sitúa en la
misma Octava de Corpus) pero ya no sólo eucarísticamente sino como una figura humana, lo que
inicialmente causó el rechazo de algunos sectores de la Iglesia católica pues se consideraba poco
apropiado e incluso grotesco, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús tal y como la conocemos
actualmente surgió en Francia durante la segunda mitad del siglo XVII. Aunque existen referencias
más antiguas, por ejemplo se sabe que en la Europa medieval en algunas regiones germánicas existía
un culto al corazón relacionado con la Pasión de Cristo [4] y que desde el siglo XVI en algunos

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